La Base: La Sexualidad es Femenina

Creo que es hora de poner palabras a lo que siento como la base de este trabajo.  Me doy cuenta de que hay mucha material en este blog pero sin llegar realmente a fondo de lo que quiero compartir, expresar.

Tengo que ser un poco más crítica con la sociedad y la cultura española, latina, occidental.  Un poco menos permisiva en cuanto a las suposiciones machistas acerca de la sexualidad.  Suposiciones que permean cada rincón del pensamiento, muy arraigadas.
El riesgo que tomo usando palabras como "striptease" es que se puede mal-interpretar este trabajo, desde las suposiciones machistas.

Primero, quiero aclarar que la sexualidad es la base de la vida y la energía sexual es lo que nos permite gozar de la vida, en todos los sentidos.  Nos sólo en lo genital sino las relaciones con la comida, con los vecinos, con la familia, con la brisa que toca la piel en primavera.  La música que acaricia los pulmones cuando entra con el aire al inspirar.  Todo eso se mueve debido a la energía sexual, la base de la vida.  Cuando nos damos cuenta de que ya está en nosotros, siempre, podemos respirar más libremente.  Podemos empezar a gozar una poco más de los pequeños placeres.

La sexualidad no es solamente dominio de los sex-shops, por muy femeninos que sean.  Permea cada parte de nuestra existencia y no solamente en el sentido de que haya energía fluyendo entre dos personas en la oficina aunque sí, también es eso.

Ha habido mucho miedo y violencia con respeto a la sexualidad, los cuales cortan ese libre fluir de relaciones placenteras de todo tipo, incluso la relación entre la consciencia y los 5 sentidos del cuerpo.  La comunicación con el otro, con el vecino o la panadera, esta cortada cuando no se respira el cuerpo.  La energía sexual se estanca y del hombre se vuelve en violencia en mayor o menor grado y de allí tenemos un concepto duro de la sexualidad.  Nuestro concepto de la sexualidad, en la sociedad española y occidental en general, viene desde la violencia, por el estancamiento, por la frustración.  A lo mejor por haber intentado dominar algo tan indominable como el mar.

Pero la sexualidad, cuando la energía fluye bien, no es dura.  Cuando está fluida, no es el macho que tome la hembra con fuerza, como en las fantasías, en la pornografía y "naturaleza animal".  Cuando fluye, es el terreno natural de la mujer, maestra de la Curva y lo ciclico.  La feminidad se trata de eso, de la fuerza del agua.  El agua hidrata, nutre, comunica, desciende (la consciencia de la mente al cuerpo), amoldea piedra a la vez que pueda ser moldeada por ella, etc etc.

Para llegar a una sanación básica, profunda, la mujer debe sanar su sexualidad y volver a ser maestra.  El hombre debe respetar ese dominio de la mujer a la vez que vea su espíritu y, comunicárselo: "Mujer, te veo en cuerpo y espíritu.  Te honro.  Sé mi guía en el sentir.  Enséñame a fundirme contigo y te daré lo más precioso de mí.  Sosténme en mi abertura y vulnerablidad.  Confío en tí.  Te respeto, te dejo libre y protegeré nuestra comunidad".  Así, la mujer podrá confiar y abrirse a recibir; a ser la maestra que es.

Volveremos a esa sabiduría ancestral y el primer paso puede ser aquel de darnos cuenta de que la sexualidad no se compartamentaliza ni se domina.  Es una fuerza más grande que el mar, permitiendo milagros como la vida misma y la fusión de almas.  Respetemos esa parte de nosotr@s, que, en realidad, más que ser ella una parte de nosotr@s, somos nosotr@s parte de ella.

Fin de discurso!  Muchas gracias por leer.